¡Hay que decirles NO a las concesiones y extracción minera en la cuenca del Nanay!

LLEGÓ EL MOMENTO DE PONER MANO DURA

Sabemos, que la legislación en el Perú, sobre la actividad minera, prohíbe la extracción en cuerpos de agua, señalando que es ilegal, porque los daños que ocasiona han sido comprobados tanto a sus bosques, como a la contaminación de los ríos, y de todo el camino que recorre con sus afluentes cercanos. El impacto es nocivo.

Conocí este problema, hace más de 10 años, donde denunciamos en algún momento en LA VERDAD, siendo incluso portada más de una vez, por ello, aparecieron algunos colectivos que levantaban su voz, tratando de llamar a la conciencia de nuestras autoridades y puedan impedir que este negocio ilegal siga contaminando una de nuestras principales cuencas como es el río Nanay, donde ya se extraían oro, teniéndose imágenes y fotografías de cómo operaban estas embarcaciones en el lecho del río. En la cual, se advertía que el río Nanay, es la fuente de agua potable de Iquitos, situación que empezaba a preocupar solo a cierto sector de la población, pero no lograba la respuesta a los reclamos como el de José Manuyama, recordamos.

Ya han pasado algunos años, y esta actividad que antes en la ciudad decían que era un negocio de brashicos, ha crecido exponencialmente en los últimos tres años, llegando a identificarse 122 casos de minería ilegal desde el 2021, pero ya con otras formas y estrategias de explotación ilegal, con otro modus operandi, que han hecho que se les vea como si fuesen una o dos embarcaciones a lo largo y ancho del nanay, a diferencia de antes, donde la población en Alto Nanay, observaba que eran varias embarcaciones que se dedicaban a la extracción aurífera, siendo denunciados algunas veces por gente de comunidades que comenzaban a sentirse afectados.

Pero, un nuevo reporte del Proyecto Monitoreo de la Amazonía Peruana, (MAAP) revelado hace pocos días, nos ha llenado de escalofríos, cuando ha informado que la minería ilegal se está expandiendo en nuestra región, y viene contaminando a los principales ríos con mercurio. Escuchen y lean bien, estas aguas que van a Iquitos, son los ríos Cotuhe, Curaray, Marañón, Mazán, Napo, Patayacu, Pintuyacu, Putumayo, Yaguas y Tigre, cuencas que junto al río Nanay, están sufriendo el impacto dañino en sus aguas. Sólo, en el río Nanay, entre los años 2021 al 2023, según este informe, existen 210 infraestructuras de minería ilegal, de un total de 280, que van deslizando su toxicidad hasta áreas protegidas como el Parque Nacional de Yaguas, o la misma Reserva Nacional Alpahuayo Mishana.

Si no hemos sido capaces para enfrentar a estas embarcaciones mafiosas que vienen actuando de manera ilegal, no importándoles la salud y la vida de la población iquiteña, y de las comunidades que viven cerca y que tienen a sus ríos y quebradas, como el sostén de su alimentación básica, este momento tiene que llegar, y aquí nuestras autoridades tienen que tomar el toro por las astas, necesitándose también a las autoridades del gobierno nacional, para ver las formas de erradicar esta actividad que nos causando daños irreparables por el consumo como agua potable de esta fuente natural invalorable que tenemos en Loreto. En Madre de Dios, hace unos años, la Marina de Guerra, destruyó este tipo de embarcaciones, que operaban sacando oro, en lugares prohibidos de esta región.

Porque como es una actividad organizada, se necesita del apoyo del estado, de decisiones de carácter político que les obligue a retirarse de las aguas del nanay, que sientan estos empresarios que la ley se respeta, que el derecho a la vida y la salud, está primero, que con todo el lucro y beneficio que obtienen, existen autoridades que consideran y entienden que la persona es el fin supremo de la sociedad y el Estado.